Los Secretos de la Leche Materna
Entre las sustancias presentes en la leche materna que la hacen el alimento ideal para los recién nacidos, figuran proteínas que los protegen contra infecciones, grasas que ayudan en el desarrollo del sistema nervioso, y carbohidratos que promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas. Pero poco se ha investigado, hasta ahora, acerca del nitrito y el nitrato en la leche materna, y sus aportaciones al desarrollo de los sistemas gastrointestinal, inmunitario y cardiovascular.
En un nuevo estudio, el equipo de Nathan Bryan, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston, ha comprobado que los niveles de nitrito y nitrato en la leche materna cambian durante los primeros días después del parto. Los investigadores asumen que esos cambios en dichos niveles tienen por función satisfacer los cambiantes requisitos fisiológicos de los bebés en desarrollo.
Esta investigación muestra la naturaleza esencial del nitrito en la leche materna, y es el primero en demostrar los niveles tempranamente cambiantes de nitrito y nitrato.
El nitrito y el nitrato dietéticos son parte de una dieta normal. Cuando consumimos verduras ricas en nitrato, las bacterias presentes en nuestras bocas y estómagos convierten el nitrato en nitrito, lo que a su vez ayuda a la producción de óxido nítrico.
El óxido nítrico mantiene en niveles normales la presión arterial, combate infecciones y sostiene al sistema nervioso. Ciertos estudios en animales sugieren que el óxido nítrico podría incluso proteger contra ataques cardíacos y la apoplejía.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) y la Academia Estadounidense de Pediatría recomiendan alimentar a los bebés amamantándoles durante los primeros seis meses de vida. Es bueno para las madres por cuanto dar el pecho puede reducir en ellas el riesgo de cáncer de mama y de ovario, y también es bueno para los bebés por cuanto los protege contra enfermedades e infecciones.
Vía: La Flecha
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