Mucha gente confunde el término Proxy con el de Gateway (o “puerta de enlace predeterminada”, según la traducción de cierta empresa). En una red privada 192.168.0.0 Clase C (Máscara 255.255.255.0 o '/24'), se necesita un gateway si se desea llegar a otras redes, como Internet. Dicho Gateway poseerá la cantidad de interfaces necesarias y rutas establecidas y políticas de acceso que permitirán o no el acceso a ciertos destinos desde esta red interna. Por supuesto, en este caso se hablará de acceso “transparente” (por así decirlo) a la red destino en cuestión. Esto significa que el Gateway no tiene en cuenta el protocolo de aplicación (HTTP, FTP, etc.) o mejor dicho que “no los entiende ni tiene en cuenta excepto por puerto de origen o destino”. Por ejemplo, se puede asumir que en el puerto 80 de cierta IP de destino habrá un servicio que entienda HTTP... pero el Gateway no puede asegurarlo.